SIEMPRE PUEDO INTENTARLO DE NUEVO

Nadie puede quitarte el derecho a volver a intentarlo. Ni tu misma. No confundas la falta de resultados con tu valioso progreso.

¿Has intentado mil veces cambiar algún área o situación de tu vida, sin alcanzar el resultado soñado? ¿O si lo alcanzaste no lograste sostenerlo? ¿Has vuelto una y otra vez a ese hábito que no te gusta y sabes que no te hace bien? ¿A esa relación que siempre termina lastimando tus heridas? ¿A ese lugar que te desgasta y te roba las energías? ¿A esa forma de reaccionar que te drena? ¿Has vuelto a comportarte de esa manera que te hace un poco (o mucho) daño y socava tu autoconfianza?¿Has vuelto a decir “voy a intentarlo de nuevo” pero ahora sin un ápice de confianza o con ausencia total de esa ingenuidad que te impulsa a creer que “esta vez si lo voy a lograr”?

¿Puedes salir al ruedo sin fe, sin confiar, sin entusiasmo, con muchas dudas y con la certeza de que todo quedará en alguna parte del camino? o ¿Puedes aceptar que esa versión tuya que anhelas conocer no va a aparecer? ¿Cuál es la mejor elección entonces? ¿Lo vuelves a intentar cargando con todas tus conversaciones en contra o desistes definitivamente? Haaaa es que ya otras veces has desistido y la sensación es aún más dolorosa. Parece que no es una opción resignarte a convivir con ese resortito en el asiento, incomodándote y recordándote que sí es posible sentarse en un lugar más confortable, que no te haga daño. ¿Qué hacer? ¿Cómo se toma la misma decisión, las mismas acciones, ahora sin confianza, sin motivación y además con el firme compromiso de que esta vez no puedes fallar?

La única forma de seguir adelante es comprendiendo que no estás empezando de nuevo, sino dando un nuevo paso en el largo camino que has recorrido hasta este momento.

No confundas la falta de resultados con tu valioso progreso.

Has avanzado. Mucho. Has aprendido sobre tu proceso. Te conoces. Sabes cuáles son las acciones que te acercan y cuáles te alejan de esa versión más poderosa que habita en ti. Conoces bien cada paso para llegar a ella. Porque lo has hecho muchas veces de muchas maneras y eso debe hacerte sentir orgullosa. Te has convertido en una sabia de una dimensión muy importante que has venido a experimentar. Te has equivocado, has cometido errores, te ha dolido y has sentido perder lo que tanto te ha costado conseguir. Por ello debes tenerte una profunda compasión y a la vez una inmensa admiración. Nada has perdido, sólo capas de ilusiones mentales que te hacían menos consciente de ti misma.

Pregúntate esta vez ¿Qué puedes hacer con todo lo que vale tu experiencia y conocimiento sobre ese Camino Maestro que has venido a conquistar? ¿Al servicio de qué puedes ponerlo? Seguramente es tan grande tu anhelo, tu experiencia y tu progreso que hoy en día trasciende tus propias fronteras.

Atesora tu evolución, sea cual sea y compártela.

Los grandes de desafíos de la vida son los que se trascienden después de muchos intentos. Los que aun no te han llevado al lugar soñado, pero te acercan irreversiblemente a él. Tu derecho a seguir adelante es el reconocimiento a tu coraje. A tu arrojo. A tu fe.

Vamos, esta vez el salto será increíble por una única y absoluta razón: Tú puedes.

Renatta

Con Amor